Anointing of the Sick

Refer to the Catechism of the Catholic Church (CCC paragraph #'s 1499-1532

The sacrament of Anointing of the Sick is given to those who are seriously ill by anointing them on the forehead and hands with duly blessed oil—pressed from olives or from other plants—saying, only once: "Through this holy anointing may the Lord in his love and mercy help you with the grace of the Holy Spirit. May the Lord who frees you from sin save you and raise you up." (Catechism of the Catholic Church, 1513)

• Anointing of the Sick includes (CCC 1519):
  • The laying on of hands by the priest.
  • Prayer over the person “in the faith of the Church.”
  • Anointing with oil blessed by the bishop.
     
• This sacrament has a powerful effect upon the sick person (CCC 1520-21):
  • Strengthening, peace and courage to overcome the difficulties that go with the condition of serious illness or the frailty of old age”
  • “Healing of the soul, but also of the body if such is God's will.
  • Forgiveness of sin.
  • “Union with the passion of Christ.”  One’s suffering becomes “a participation in the saving work of Jesus.”
  • Allows the sick person, by their suffering, to "contribute to the good of the People of God," building up the holiness of the Church and all people.
  • “A preparation for the final journey.”

This sacrament is primarily intended for any who suffer from serious or chronic physical or emotional illness or who struggle with the infirmities of age. One need not be in danger of death nor does the Church anoint one who has already died.

"Is any among you sick?
--James 5:14-15

Let him call for the presbyters of the Church, and let them pray over him,
anointing him with oil in the name of the Lord;
and the prayer of faith will save the sick man, and the Lord will raise him up;
and if he has committed sins, he will be forgiven".  

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Consulte el Catecismo de la Iglesia Católica (párrafo # 1499-1532 del CIC

El sacramento de la unción de los enfermos se da a los que están gravemente enfermos ungiéndolos en la frente y las manos con aceite debidamente bendecido, extraído de aceitunas o de otras plantas, diciendo, una sola vez: "Mediante esta santa unción, el Señor en su amor y misericordia te ayuden con la gracia del Espíritu Santo. Que el Señor que te libra del pecado te salve y te levante ". (Catecismo de la Iglesia Católica, 1513)

La unción de los enfermos incluye (CCC 1519):
La imposición de manos por parte del sacerdote.
Oración por la persona "en la fe de la Iglesia".
Unción con aceite bendecida por el obispo.

Este sacramento tiene un efecto poderoso sobre el enfermo (CCC 1520-21):
Fortalecimiento, paz y valentía para superar las dificultades que acompañan a la condición de enfermedad grave o la fragilidad de la vejez ”
“Curación del alma, pero también del cuerpo, si esa es la voluntad de Dios.
Perdón de los pecados.
"Unión con la pasión de Cristo". El sufrimiento de uno se convierte en "una participación en la obra salvadora de Jesús".
Permite al enfermo, con su sufrimiento, "contribuir al bien del Pueblo de Dios", edificando la santidad de la Iglesia y de todos los hombres.
"Una preparación para el viaje final".
Este sacramento está destinado principalmente a quienes padecen enfermedades físicas o emocionales graves o crónicas o que luchan con las enfermedades de la edad. Uno no necesita estar en peligro de muerte ni la Iglesia unge a uno que ya ha muerto.

"¿Alguno de ustedes está enfermo?
- Santiago 5: 14-15

"Que llame a los presbíteros de la Iglesia y que oren por él,
ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor;
y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo resucitará;
y si ha cometido pecados, se le perdonará ".